Hoy, que transitamos por la pandemia en un camino de claroscuros, donde no sabemos a ciencia cierta si lo que estamos haciendo está bien o no, si las vacunas lograrán finalmente terminar con la pandemia o si viviremos enclaustrados de manera permanente, cuan actuales sentimos estas palabras que tienen ya casi cien años de publicación del poeta español de la generación del 98, Antonio Machado.
En estos aciagos tiempos donde avanzamos a tientas, “nos toca hacer camino” en los nuevos escenarios que estamos viviendo como el educativo, laboral, económico, político, comunicacional, social, recreativo y aún del amor. Claramente, estamos en un nuevo escenario (otros lo llaman una nueva era) donde lo virtual, lo tecnológico, lo no presencial, es la constante. Es en este nuevo escenario de restricciones y enclaustramientos voluntarios que debemos aprender a desempeñarnos y desarrollar nuestra nueva vida cotidiana.
El mundo está cambiando y cambiará más, dice una canción y esa es nuestra actual realidad, debemos acostumbrarnos a vivir en un mundo de constantes cambios, donde además para ser competitivos tenemos que adquirir una multiplicidad de conocimientos que nos permitan desarrollarnos en varios escenarios, ese es el futuro y no hay mirada atrás, ese es el gran reto de la educación y la nueva convivencia.
El mundo cambiará más y seguiremos haciendo camino al andar, pero parece que nuestros políticos y/o gobernantes no se han dado cuenta de ello, siguen actuando como si estuvieran en escenarios del siglo XX, con ellos no va la cosa, ellos no están buscando adaptarse a los nuevos escenarios, ellos siguen viviendo en su burbuja del siglo pasado, de corrupción, ego y mediocridad. Así vemos que ante la catástrofe sanitaria, ellos han actuado con tanta indolencia y pasividad que miles de personas han muerto sólo porque no se tomaron las decisiones correctas para brindar una adecuada atención de salud.
Asimismo, las economías de nuestros países latinoamericanos han sido afectadas gravemente y, con ellos, los ingresos de millones de ciudadanos. La pobreza acecha y se requiere de grandes esfuerzos para la reactivación económica, pero también de mucha transparencia y honestidad en el manejo de los recursos públicos. No es posible que en muchos países se hayan presentado casos de corrupción en las compras de los insumos sanitarios, eso es lucrar con la muerte de miles de conciudadanos y la sociedad civil no puede estar de acuerdo con esto, necesitamos que los tomadores de decisiones sean personas honestas, comprometidas con la gente, con su país, con la vida y van a tener que ser muy perspicaces e ingeniosos para devolverle la estabilidad económica a nuestros países.
Todos somos caminantes en el camino de la democracia y esta se va fortaleciendo, sólo cuando nos identificamos, con el sentir de nuestros pueblos. La democracia, es mucho más que las elecciones presidenciales, regionales o locales; la democracia es un estilo de vida que nos permite vivir más equitativamente, con honradez y valores, ejerciendo derechos, pero a la vez cumpliendo deberes; por eso, en esta época de pandemia se hace vital fortalecer la democracia con participación activa de la ciudadanía, en particular de los más jóvenes que son los que tomarán las riendas de la vida política, social y económica de nuestros países.
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CEO y Presidente Asociación Peruana de Ciudades Educadoras. Por más de 25 años, ha desplegado encuentros de APCE en las distintas provincias y ciudades del Perú, así como, internacionalmente. Sitio web: apceperu.com