Formula mágica de la FELICIDAD
Tres verbos que conducen a sentirse pleno y estar en el estado de conciencia que llamamos felicidad: EXPRESAR, AGRADECER Y CELEBRAR.
Te has preguntado alguna vez: ¿qué sentido tiene todo el esfuerzo y dedicación que día a día, año tras año entregas a la vida?
Te has detenido a pensar ¿qué propósito tiene todo lo que hago?
Cualquiera sea tu respuesta, todas ellas conducen a una misma fuente: Vivir, vivir a plenitud y ser feliz. De una forma u otra, todos buscamos este fin último, aún cuando en ocasiones los modos se nos desvirtúen en el camino, nuestras intenciones pulsan por conquistar ese máximo estado de conciencia que se llama FELICIDAD.
Es cierto, que en la medida que aparecen obstáculos: emocionales, sociales, económicos, salud, relaciones… puede que se nos vaya olvidando este sentido sublime que todo ser humano posee: ¡Ser Autorrealizables! en términos de A. Maslow.
En este artículo, expondremos tres aspectos fundamentales que te pueden guiar hacia reencontrar ese sentido y propósito del que estamos haciendo mención: ¡Vivir Plenamente!
El primero de ellos es la EXPRESIÓN, poner en palabras, arte, música, lo que sentimos, pensamos, anhelamos, compartirlo con el mundo, nos permite definir nuestro universo interno, identificarnos con la historia que contamos y vincularnos con los demás, para dejar tu huella mediante la expresión.
Revisemos: ¿Te permites expresar tus necesidades? ¿resulta cómodo o no compartir tu experiencia con los demás? ¿qué requieres hacer con ello?
Seguidamente el AGRADECER, cuando agradecemos estamos siendo consciente de lo que hemos recibido, mantenerse en una actitud contemplativa y de gratitud permite que indudablemente percibas el bienestar del que eres capaz, sin embargo, cuando nos tropezamos con el EGO, es cuando soltamos la capacidad de sorprendernos frente a cada detalle y surge la idea de ¡Nada es suficiente! Por lo cual, decidimos mantenernos aferrados a personas, estatus, modos, empleos, relaciones que sabemos ya cumplieron su propósito en nosotros pero que este ego nos impide dejar ir.
Revisemos: ¿Qué sientes cuando agradeces o te agradecen? ¿te resulta difícil dejar ir? ¿sientes satisfacción con frecuencia o por el contrario nada parecer ser suficiente?
Y finalmente, CELEBRAR, la capacidad de celebrar es fundamental para completar las acciones que nos llevan a la felicidad, a veces, damos y nos esforzamos enormemente por ser los mejores, en la familia siendo excelentes padres, hijos, hermanos, en el trabajo asumiendo con entrega y responsabilidad nuestro deber, en las relaciones cuidando los detalles, entregando, amando. Sin embargo, ¿Cuántas veces te celebras y reconoces lo que haces por ti y por otros? Detente unos minutos, y realiza una lista de acciones que has ejecutado, al menos en esta semana, que le ha propiciado bienestar y beneficios a alguien más. ¿Cuántas de estas acciones te celebraste? Es así que, la celebración es fundamental, ya que con ella nos reconocemos internamente el bien del que somos capaz.
Revisemos: ¿Soy consciente de todo lo que hago por ser mejor? ¿Espero ser reconocido por los demás o me reconozco a mi mismo? ¿Celebro mis logros?
Estas tres acciones son una invitación, un deseo y una esperanza. La invitación es a explorar dentro de ti, para dar respuestas que solo emanan de tu interior, el deseo es que puedas encontrarte contigo mismo y favorecer a la relación más importante de tu vida ¡La relación interna! Con la esperanza de que al escucharte puedas encontrar tus propios caminos hacia la felicidad: expresando, agradeciendo y celebrando.
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Psicoterapeuta Gestalt. Docente Orientadora Familiar. Asesora en Desarrollo del Potencial Humano