El Storytelling sin duda es uno de los recursos más importantes (y ahora muy de moda) en la comunicación interpersonal. Lo hemos usado desde el principio de los tiempos sin saberlo, cada vez que surge un cotilleo que te interesa, le cuentas algo a alguien sobre ti o sobre algo que te haya pasado estas cayendo en la sutileza adictiva del Storytelling. Nos enganchamos a las historias, es inevitable, sobre todo cuando conoces, eres o conectas con el protagonista de alguna manera. El reto entonces está en contar una historia que interese a todos… ¿Es posible?

¿Por qué nos enganchan las historias?

Hay muchas teorías al respecto, sin embargo, básicamente esto ocurre porque se le da la libertad al oyente de conseguir su propio significado o moraleja. En una sola historia puede haber cientos de “darse cuenta” diferentes, cada persona dependiendo de su historia personal y su timming registrará lo que en ese momento le haga figura. Otro aspecto interesante de las historias es su capacidad de activar la imaginación del que la escucha y la reacción instintiva de conectar con algo parecido en tu vida o en la vida de alguien más a través del mecanismo de la proyección, esto hace que las recordemos con más facilidad razón por la cual las historias, mitos, leyendas y cuentos fueron el mecanismo usado por los grandes maestros para enseñar a sus pueblos y discípulos.

¿Cuándo usar el Storytelling?

Ahora es muy común verlo en el marketing y es muy usado por los speakers, sin embargo, puedes usarlo cada vez que quieras llamar la atención de alguien y transmitir un mensaje no directo pero potente, ¿un ejemplo? Yo lo uso con mi hija adolescente todo el tiempo. El Poder de recordar las historias que le cuento de mi o de otra persona que me invento para transmitir un consejo o una enseñanza es notable. Por lo tanto, no te límites al branding o conferencias, el storytelling puede ser usado en coaching de parejas, en trabajo con niños, desarrollo de habilidades creativas o simplemente en tu comunicación diaria.

Cada momento, episodio, acontecimiento de tu vida es una posible historia para contar. Desarrollarlo, te permitirá estar más presente en tu vida y en tu historia. Si dejas de ver las historias de otros y te concentras en la tuya no solo le haces un favor a los demás, puedes aprender mucho sobre ti mismo (a)… como por ejemplo descubrir que historias te cuentas a ti mismo (a) que no te ayudan y sabotean tu camino. Puedes discriminar cuál de las historias que te cuentas son reales y cuáles no, cómo y que descubriste en tus propias historias es otra historia para tu storytelling

Como hacer un Storytelling

Define el objetivo. Si la finalidad de tu storytelling es hacer reír, entretener, vender un producto, presentarte o dar una enseñanza debe estar claro al inicio de preparar tu historia.
Define el argumento. ¿Sobre qué será tu historia? ¿En qué te basarás? La sugerencia es usar experiencias personales con las que tu audiencia se identifique. Como cualquier otro cuento, debe tener un inicio, un desarrollo y un desenlace que lleve a la audiencia a tu objetivo. Te invito a leer “El Viaje del Héroe” 
Define tu (s) protagonista (s) y bríndales identidad.
Define tu público. Es muy importante conocer bien a tu audiencia para adaptar tu historia y sea más fácil establecer un vínculo con ellos.
Crea tu historia y cuéntala. Practica una y otra vez. 

… Más TIPS

No pierdas el hilo de tus personajes, deben tener propósito… de esta manera no los olvidas
Preferiblemente habla de ti y de tu historia. Esto puede ser en primera persona o en tercera si hablas de alguien más.
Trata de que tu historia de la sensación de que va a algún lado, que vale la pena esperar y oírla toda.
Conecta con tus emociones y las de la audiencia.
Utiliza fases o palabras (punch line) que se queden en la memoria y puedan ser recordadas luego. Evita las historias complicadas. Mantenlo simple. Asiste a cuentacuentos, a #StandUp, obras y actos, mira a otros contar sus historias.