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Conectando desde el ser

Silenciando nuestra mente

El silencio es regresar a casa, es recuperar nuestra identidad, es simplemente Ser

A veces el silencio absoluto se experimenta como una soledad monstruosa, como un abandono insoportable. Otros encuentran en el silencio, únicamente una inquietud más o menos fastidiosa. Algunos más, lo ven como un aliado, siempre y cuando no persista por más de un par de horas. Es relajante, el silencio, del que está atiborrado de ruido y por fin encuentra un oasis en esa selva acústica.

Estamos tan inmersos en el día a día, que usualmente, no tenemos tiempo para el silencio. Pregúntate ¿cuánto hace que no te has dedicado treinta minutos a escucharte libre de ruidos? No solo me estoy refiriendo al ruido exterior. Me refiero a esta otra clase de ruidos que generalmente todos llevamos dentro. Son los ruidos de las preocupaciones, del estrés, del trabajo, de miedo, de creencias depositadas. “Esos ruidos, que van perforando poco a poco y de forma persistente el tímpano del silencio y que consiguen que el ser humano, se convierta en sordo de su propio pensamiento.”

Les comparto esta pequeña historia:

“Contaba una joven monja que muy agobiada fue a consultar a su director espiritual: «Padre, estoy muy preocupada. Es que, cuando estoy mejor en la capilla, es cuando no hago nada, ni pienso en nada; simplemente estoy». El sacerdote sonrió: «No se preocupe, hermana, acaba de descubrir el silencio y la dicha de permanecer unos minutos sin ningún tipo de ruido, ni ruido mental ni ruido externo». La religiosa no se fue muy convencida. ¿Cómo podía alcanzar aquella paz interior sin pensar, reflexionar, sin leer algo? Y sin embargo, estando así simplemente, saboreaba una quietud y una alegría que nunca hasta entonces había disfrutado.”

En el silencio está contenida la sabiduría, hacernos consciente nos hace libre de estos pensamientos desordenados, de estas creencias limitantes que ocupa toda nuestra pantalla mental pero que en realidad es insustancial. Ahora, cuando nuestros pensamientos tienen un poco más de claridad también son más tranquilos, más reposados y duraderos.

La observación consciente, me permite transformar ese ruido interno. “Al Observar, escuchar y cuestionar, qué me estoy diciendo, ponerle nombre a esa voz, identificar qué patrón estoy repitiendo, me ayuda a silenciar mi mente.”

El silencio es regresar a casa, es recuperar nuestra identidad, es simplemente Ser. Cuanta más tranquilidad, serenidad y quietud, hay en nuestra mente, más accedemos a esa paz… A ese silencio que contiene todo el conocimiento.

Rosa Rojas Bastidas

Coach, Practicante de la PNL, Fotógrafa, Diseñador Gráfico, Amante de la Música y Conductora de «Lo Viejo, lo Nuevo y lo Azul» en la #GrillaInternacional de Conexión Plus Radio.

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