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Conectando desde el ser

Sin ti no soy nadie

Un mapa emocional, se refiere a los cómo aprendidos en la infancia que hacen que la persona, se maneje en su vida de una determinada forma

_ ¿Por qué no respondiste mis llamadas? Pregunta ella entre gritos y llanto.
_Estaba ocupado- Responde él sin levantar la cara, para no encarar la escena.
_ ¡Mentira! Estuviste en línea todo el día.
_ ¿Ah? – ya vas a empezar responde él.
_ ¡No merezco que me hagas esto! Dice ella.
_ ¿Qué se supone que te estoy haciendo? Subiendo el tono de voz con cansancio y enojo.

Él se prepara para la descarga campal, ella rearma todos los reclamos de años y años de insatisfacciones, acorralados sin aparente salida, en el juego de la tensión emocional para ganar un poco de amor. Donde ella, lo lleva al extremo con la intención inconsciente de comprobar cuánto la quiere, y del otro lado, él busca comprender qué es lo que hizo mal, inquieto entre la sensación de “no soy suficiente” y la necesidad de reafirmar su identidad masculina. Caldeados los ánimos, él llega al extremo y decide amenazar con irse porque no soporta más verla así.

_ ¡Me voy!
_ ¡No! ¡Noooo! ¿Por qué te vas? Por favor, no me dejes. Hago lo que me pidas; ¡Sin ti, no soy nadie!

Y así… una vez comprobado cuanto se necesitan y cuánto dependen el uno del otro, vuelven a llenar vacíos… al menos hasta la próxima crisis.

Esta escena, es más común de lo que parece y es un ejemplo perfecto para comprender lo que es la DEPENDENCIA EMOCIONAL, es una vinculación afectiva excesiva que viene acompañada de una serie de comportamientos, donde la persona CEDE su autorresponsabilidad emocional a otra persona, sea pareja, hijo, amigos, familiar.

¿Qué significa ceder la autorresponsabilidad emocional?

En el proceso de acompañar personas que presentan dependencia emocional, he observado que, el común denominador de dicha dependencia es el miedo; miedo a la soledad, a no ser suficiente, al encuentro consigo mismo. Cuando somos niños, lo natural es que seamos apegados y dependientes de las personas que están a cargo: padres, abuelos, tíos o cualquier otro adulto que cumpla la función de sostenernos en los primeros años de nuestras vidas, así hasta que el niño, va desarrollando su autonomía: poder vestirse, comer, caminar y hacer las actividades cotidianas por sí mismo. De igual manera, la autonomía emocional, se va desarrollando cada vez que el niño adquiere experiencia tras cada evento donde se le permite sentir sus emociones y expresarlas.

Sin embargo, cuando el adulto a cargo no le permite al niño experimentar este importante proceso de encontrarse con su autonomía emocional y de forma contraria mantiene la dependencia ¡Sin mí no eres nadie!, ¡no eres capaz! ¡eres sólo un niño! ¡los adultos son los que saben! Como consecuencia, lo que sucede es que aparecen los llamados mapas emocionales.

Un mapa emocional, se refiere a los cómo aprendidos en la infancia que hacen que la persona, se maneje en su vida de una determinada forma.

Por ejemplo: Si un niño aprende a que llorar, es de débiles; entonces de adulto no se permitirá expresar lo que siente. O también si un niño recibe con frecuencia el mensaje de que “no sabe hacer nada bien” como adulto, va a requerir la aprobación constante de alguien más, para sentirse seguro en sus decisiones.

Cuando en terapia, la persona logra identificar que aprendió desde niño a ceder su autorresponsabilidad emocional, es decir, dejar en las manos de los otros lo que siente, piensa y necesita, se da cuenta que su bienestar ha estado condicionado a lo que los demás hagan con él. Y que aún, sigue siendo dependiente y apegado como un niño. Entonces, cuando logra DARSE CUENTA de esto, puede iniciar con los ajustes necesarios para poder hacerse cargo de sí mismo, de sus necesidades, emociones y decisiones como un adulto.

La dependencia emocional, es una experiencia dolorosa y trágica para quien la vive, sintiéndose insuficiente y pequeño frente al otro, por un lado, saber que se hace daño y por el otro, no saber cómo vivir de otra manera, es por eso que es fundamental poder usar la terapia como un recurso que le permita reestablecer su autorresponsabilidad, reconocerse, aprobarse y encontrarse a sí mismo.

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Yelexy Mendoza

Psicoterapeuta Gestalt. Docente Orientadora Familiar. Asesora en Desarrollo del Potencial Humano

Un comentario

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