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Conectando desde el ser

Transformando el dolor

La persona resiliente, comprende que la felicidad es su responsabilidad.

En el mes de agosto de 2016, sucedió un hecho que produjo un dolor inmenso en mi vida, fallece mi Madre.

… La noche del 21, después de despedirme, darle el beso, el abrazo de costumbre y el “nos vemos mañana”, dos horas después recibo una llamada de mi prima, con su voz de urgencia me dice: Rosa sube ¡Mi tía no está bien!

Sentí, un frío que cubrió mi cabeza y corría por mi cuerpo, subí lo más rápido que pude, al verla tan desesperada por no poder respirar, saqué fuerzas de donde no las tenía y nos fuimos al auto, mi esposo al volante, mi prima me pide sentarse con mami, en el asiento trasero del auto, cosa que no permití, era el momento de apoyarla. Recuerdo sus últimas palabras “no dejes solo a Diego” (Diego es mi hijo, su nieto adorado).

El tiempo de casa a la clínica se me hizo eterno y créanme que no pasaron ni 15 minutos. Mi madre me tomaba fuerte de la mano, yo la abrazaba y le decía: “todo estará bien, no estás sola, aquí estoy contigo” Su crisis era muy fuerte, ella era una mujer que su fe estaba puesta en Dios, sentí cantar una de sus canciones favoritas:

“Dios está aquí

Tan cerca como el aire que respiro

Tan cerca como la mañana se levanta

Tan cerca que cuando le canto Él me puede oír”

Al terminar esta última frase, su mano cayó… Ella descansó y su último respiro, fue en mis brazos.

Una experiencia que llevaré siempre conmigo, es mi pasado, gracias a ella, el dolor invadió mi vida, ¿Primera vez que sentía dolor? No, pero este dolor me presentó un recurso que no conocía: RESILIENCIA, el saber enfrentarse y salir transformado antes las adversidades.

A lo largo de nuestra vida, es probable que recibamos golpes muy duros capaces de hacernos pensar que ya no podremos levantarnos y pronto lo perderemos todo. Estos sucesos producen un desencadenamiento de emociones y sentimientos que nos llevan al dolor y empezamos a ver nuestro alrededor con tonos grises, sin propósito de seguir adelante, sin ganas de avanzar.

La persona resiliente, comprende que la felicidad es su responsabilidad y el modo en cómo afronta cada nuevo reto, determinará su propia evolución, su propia vida. Eso dependerá de ti, también de los tiempos que requieras para gestionarlo, y por supuesto, de la conciencia con la que lo hagas. Por ello, te invito a que transites tus dificultades y dolor, conectado a tu propio ser, sabiendo que no será lo de fuera lo que aliviará tu dolor.
Somos #ArteSanos de nuestras vidas ¡Sé amable contigo!

Rosa Rojas Bastidas

Coach, Practicante de la PNL, Fotógrafa, Diseñador Gráfico, Amante de la Música y Conductora de «Lo Viejo, lo Nuevo y lo Azul» en la #GrillaInternacional de Conexión Plus Radio.

2 comentarios

  1. Gracias Rosa, había escuchado de ti misma esta situación que se dio en tu vida y el volverla a leer me hace reflexionar aún más sobre cómo enfrentarme al dolor.

    Un abrazo,

    Rosmariol.

  2. Rosmariol, es un inmenso placer leerte. Hay momentos en nuestras vidas que el dolor se hace presente, lo importante es saber que somos capaces de transformarlo a favor. Un abrazo

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