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Conectando desde el ser

Reaprender ciudadano

Poner en práctica, lo aprendido durante esta pandemia, resulta clave para salir adelante como individuos, como sociedad, como países y como humanidad.

Nuevos tiempos se abren paso rápidamente en nuestra aquejumbrada sociedad, son los tiempos de la esperanza y de la ciudadanía empoderada para continuar por los caminos de la vida.

Poner en práctica, lo aprendido durante esta pandemia, resulta clave para salir adelante como individuos, como sociedad, como países y como humanidad. De no hacerlo y seguir como si se hubiera tratado de un bache en el camino, nos llevaría a nuestra propia ruina. Los eventos desastrosos, calamitosos, terribles que nos toca vivir como individuos o como colectivo, a pesar de ser espantosos, siempre dejan una lección y la pandemia no es la excepción.

Sería muy interesante poder preguntarle a cada ciudadano del mundo, ¿qué aprendiste durante esta pandemia? ¿Qué es lo que rescatas para tu vida futura? De repente nos damos con la sorpresa que millones de personas aún no se han hecho esta pregunta y que sólo esperan a vivir como vivían en el 2019 y eso ya todos sabemos que no será así, el mundo cambió.

Pero, ¿por qué es importante saber si la pandemia nos dejó aprendizajes y cuáles son ellos? Sin duda, que debemos analizar los muchos aprendizajes, en diversos contextos, tales como: lo social, lo económico, lo ambiental, lo sanitario, lo ciudadano, entre otros. La pandemia nos ha desnudado completamente y puesto al descubierto tal como somos, sin ropajes que nos adornen, desarrollaremos sólo tres puntos.

Durante el año 2020 y 2021, descubrimos que nuestro llamado tejido social, no estaba tejido, por el contrario, estaba abandonado, tanto por nosotros como líderes ciudadanos como por el estado; nuestros grandilocuentes políticos que nos habían gobernado, poco o nada hicieron por fortalecerlo, no les interesó este tema vital para generar desarrollo y bienestar, en nuestras sociedades latinoamericanas, porque cuando tengamos un tejido social fuerte, solidario y ciudadano, seremos menos manipulables, podremos vivir más dignamente, con respeto y con plenos derechos sociales, los cuales son poco conocidos y de los cuales muy poco se habla.

Es muy importante que los nuevos líderes ciudadanos, trabajen este tema y que el propio estado reaprenda que debe fortalecer nuestro alicaído tejido social, porque es a partir de allí, que se podrán poner en valor las políticas públicas en favor de las mayorías; sin ello, no habrá gobernabilidad sostenible.

En lo económico, lo aprendido es que debemos desarrollar, no sólo el gran capital, sino también las iniciativas emprendedoras que son las que brindan gran sustento a la mayoría de la población. Los emprendimientos, muy pequeños garantizan la subsistencia de la gente, pero es necesario pasar de lo individual a lo colectivo. Debemos, además, impulsar como sociedad y como estado, los emprendimientos colectivos que son más solidarios y generadores de nuevas ofertas de empleo, abren nuevas oportunidades de desarrollo y aquí pueden estar nuestros jóvenes, con sus emprendimientos tecnológicos, los campesinos con sus cooperativas agrarias de producción, los artesanos asociados en empresas solidarias, entre otras propuestas.

En lo ambiental, la lección es y seguirá siendo que no contaminemos más al planeta que está moribundo, tenemos sólo un planeta, no tenemos otro de repuesto, por lo tanto, si colapsa, colapsamos juntos con él, eso es lo que debemos aprender y aquí el rol ciudadano, es muy fuerte para denunciar y exigir el cumplimiento de las normas ambientales. Nosotros, el Perú, somos un país minero y tenemos que, como estado, dar leyes claras y precisas, para que no se siga contaminando con los relaves mineros. Los pasivos ambientales, deben de tratarse por las empresas que los originaron y el agua, este vital recurso, debe ser protegido a toda costa, ya que, está siendo contaminado por la minería y las demás industrias. Las sanciones para las grandes empresas que atenten contra el agua, deben ser de mayor exigencia, para que se vean en la obligación de cumplirlas, pero también, debe hacerse mucha educación ciudadana en el común de la sociedad y, de manera particular, entre los mineros informales, pequeños agricultores y pequeños productores, ya que ellos también, contaminan grandemente la tierra y el agua. El uso de agroquímicos, tintes, combustibles y demás, deben ser regulados nuevamente.

El combate a las actividades ilegales que, en los países andinos, ocasiona un severo daño al ambiente con el uso de químicos para la extracción de la droga, debe ser perseguido y condenado donde se presente, pues no solo atenta contra el medio ambiente, sino también contra la sociedad en su conjunto.

No podíamos dejar de mencionar que los ciudadanos, debemos aprender también a no contaminar, debemos aprender a reciclar y no arrojar desperdicios en las calles. La contaminación que producen nuestras ciudades es increíble, cada vez son más los miles de toneladas de basura diaria que deben ser retiradas a botaderos formales e informales. La basura, genera gran contaminación y la generación de plantas de reciclaje debe ser la primera opción en el manejo de los residuos sólidos

Miguel Calle Rivera

CEO y Presidente Asociación Peruana de Ciudades Educadoras. Por más de 25 años, ha desplegado encuentros de APCE en las distintas provincias y ciudades del Perú, así como, internacionalmente. Sitio web: apceperu.com

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